Anna Zarnecki, creó un estilo de pintura muy personal nacido inadvertidamente y denominado por la artista “Triangulismo”. Durante varios años ha trabajado perfeccionando esta técnica que conjuga las formas triangulares, sin que éstas deformen las figuras, para así lograr creaciones armónicas, cargadas de luz y expresión.
Según describe su forma de trabajo, primero comienza por el fondo de cada triángulo, cada uno por separado y utilizando diversidad de colores. Luego, según la forma lo requiera, lo cubre con una red de color contrastante que le da vida y hace vibrar el color.
“Así tenemos que el trabajo pictórico Anna Zarnecki construye imágenes a partir del cálculo geométrico, el color y la textura misma del óleo. En el mismo sentido, en su obra se conjuntan colores suaves y una composición a base de líneas, que se cortan unas a otras en ángulos agudos, generando una pieza violenta estructuralmente pero cromáticamente tenue: una sensación ambivalente que confronta al espectador con la realidad contradictoria del mundo en el que vive.
Sus imágenes materializan la atmósfera mientras desmaterializan los cuerpos. Tanto atmósfera como cuerpos se sintetizan en el cuerpo de la pintura como un espacio orgánico y vivo, plano en la solución de los contornos y los fragmentos que conforman la figura y modelado por las irregularidades del color. Como si integrara diferentes espejos en su dispositivo pictórico, nos obliga a rodear la pintura con la mirada, a seguir los ritmos y armonías que multiplican el espacio”. (Fragmentos tomados del ensayo “Entrega: comentario sobre el cuerpo en la obra de Anna Zarnecki” escrito por Daiset Ruiz. pg.59)
Su obra muestra la vida interior de una mujer exiliada, la reconstrucción de la identidad, de la mujer, y la visión de la vida espiritual de aquellos a quienes retrata. Prismas de colores, que le dan un toque de luz hasta a los aspectos más tristes y desoladores o a sentimientos de soledad y abatimiento. Su estilo se nutre de distintos elementos y conforman una extensa obra pictórica que abarca distintos géneros:
En la creación de Anna Zarnecki, encontramos obra abstracta de índole diversa. La artista se toma la libertad de intentar sobre todo dos formas del arte abstracto: una búsqueda por lo interior, en donde vemos aún reminiscencia del objeto o de la figura humana, y una búsqueda por lo puramente geométrico y por lo tanto conceptual.
La obra de Anna Zarnecki evoca conceptos tales como la fraternidad, la libertad, la singularidad, la integración del individuo con los otros, con su entorno social y natural, al tiempo que busca formas de designar a lo divino a través de imágenes religiosas o bien abstracciones y ensoñaciones que visualicen otras realidades. Parte importante de su obra, trata de personajes alegóricos, (cuando retrata a la tierra retrata a una mujer, cuando retrata la fe retrata la cara de Cristo, al retratar la pobreza retrata una niña indígena). Temáticamente la Belleza será representada principalmente por medio de retratos de mujeres y […]
En la obra de Anna Zarnecki, encontramos también que en sus estudios de la figura humana, el realismo anatómico deja su lugar a una forma de representación más expresiva en la que una vez más, las reglas de la perspectiva, para simular el volumen del cuerpo, son utilizadas solo en la medida en que apoyen el sentido total de la imagen que rara vez es realista. Al no existir un estudio propiamente anatómico, la fragmentación del cuerpo humano en las obras de la artista, literalmente interrumpen su representación mimética y académica, y al mismo tiempo permite el uso libre de […]
Cabe resaltar que el retrato ocupa gran parte de la vasta producción de más de 460 obras de Anna Zarnecki. Esto aunado a su producción de retratos específicos, personajes como la Madre Teresa de Calcuta, Sor Juana Inés, personajes de la vida popular o de su familia, hace evidente que la búsqueda y el motivo principal de la autora es el retrato, consolidándose así como una gran retratista. “A veces veo alguien que me inspira y ese instante se queda gravado en mi memoria. Antes, cuando salía más, me encontraba con personas melancólicas, pensativas, en espera de algo, de pan, […]
Es interesante que Anna Zarnecki, obsesionada por la belleza, la bondad y formalmente la armonía, incursione en un lenguaje como el surrealismo, ambiguo por naturaleza, inestable y permisible. La artista dedicará gran parte de su producción durante la década de los ochenta a incursionar en un lenguaje pictórico surreal, y aunque solo lo visita y juguetea con la idea de una nueva realidad, veremos influencia de esta exploración en años posteriores, cuando finalmente encuentra un lenguaje propio. Lo interesante es intentar entender por qué, qué de este llamado surrealismo le es común a Zarnecki a diferencia de otros movimientos. La […]
A través de la estilización angular de las formas y el ímpetu por alargar parece buscar la expresión de una dimensión espiritual. Geometría y espiritualidad se funden en el estilo de Zarnecki, al que la pintura denomina “triangulismo”, haciendo alusión al triángulo divino. La trinidad se traduce en formas que abarcan tanto los cuerpos como los espacios donde éstos aparecen. “La técnica de Anna Zarnecki curiosamente no deforma las figuras, no les quita luminosidad ni volumen a las formas, su máxima expresión no es quizá sólo la dura disciplina del pincel y la geometría, es también una convicción, una profesión […]
En el caso de Anna Zarnecki, a pesar de que su obra atraviesa por distintos momentos estilísticos, la solidez, lo homogéneo y lo articulado de todo su discurso artístico nos permite acercarnos a ésta como a un todo. La obra de Zarnecki como un ensayo sobre la Belleza, en el que se explora su relación con el quehacer pictórico y la obra de arte, explorando primeramente, su construcción formal y la relación con los temas retratados, modificando los patrones de composición para que sin volverse explícitamente agresivos sigan considerándose bellos. Fuente: Con el rostro al viento: entendiendo la obra de […]
En la trayectoria de Zarnecki observamos en un primer momento la predilección por determinados colores que comúnmente producen sensaciones cálidas, para dar paso a imágenes un tanto sombrías y frías, y finalmente llegar a cuadros que utilizan principalmente una paleta “primaveral” de colores luminosos. Estás sensaciones producidas por los colores ponen de manifiesto la yuxtaposición de temas y/o elementos, como estrategia retórica que permite acentuar, aunque no por eso se vuelve más explícito, el mensaje contenido en una pintura. A pesar de estos cambios, existe una constante en todos sus trabajos, y es que sin importar en qué etapa de […]