Acción Humanitaria
La obra de Anna Zarnecki está íntimamente ligada a su lucha comprometida con la búsqueda de caminos que alivien el dolor humano y creen lazos solidarios entre los seres humanos.
La artista ha pasado la mayor parte de su vida en la búsqueda de los nobles ideales; quizá provocada por la confrontación desde su juventud con los aspectos más obscuros del mundo y la humanidad, tanto su trabajo artístico –materializado en varias novelas e infinidad de cuadros- como su trabajo social –primero como enfermera y luego como dama voluntaria de la Cruz Roja Mexicana – dejan ver un tenaz afán por encontrar en la cotidianidad las más altas virtudes que, si bien se topan con inevitables antagonistas, nunca claudican. La heroicidad, nobleza, amor, bondad, son moneda corriente en toda la temática de su extensa obra, y la Belleza no podrá ser la excepción.
La obra es un llamado precisamente a prestarle atención, a hacer visible la injusticia y luchar contra la anestesia sensible que perpetua la indiferencia hacia los sectores que han sido históricamente silenciados.
Y es en la representación de las víctimas sociales, que nace de una legítima empatía, donde la artista echa mano de la antítesis como recurso visual produciendo un mensaje fuerte e incluso incómodo, que se genera al utilizar el entramado prismático armónico y estetizador en contraposición con imágenes de desgracia, pobreza y marginalidad.
Por un lado, es una búsqueda incesable por un lenguaje propio que le permita expresar sus deseos e ideales a través de la exploración de elementos formales: por otro lado, pretende despertar en el espectador una conciencia sobre su entorno social, sobre el dolor que aqueja al mundo por la pobreza, la injusticia y la inequidad. Su vocación humanitaria y su incansable búsqueda por expresarla creativamente, se hace evidente en sus narrativas literarias y pictóricas.
La solidaridad y la justicia social son los dos grandes ideales que encontramos en sus obras que a menudo tratan el tema como la fraternidad, la libertad y la integración de las personas en la sociedad. La pintora, de innegable vocación humanitaria, pretende concienciar al espectador sobre el dolor que resulta de la pobreza y la injusticia, pero evita el tono aleccionador o didáctica y prioriza un acercamiento más humano y emotivo al sufrimiento humano, logrando evitar una perspectiva tremendista o escandalosa -quizá porque ella misma ha vivido en carne propia experiencias de persecución, hambre y guerra.
Fuente:
- Liberación: el retrato de la vida de una mujer artista (pg.13-20)
- Con el rostro al viento: entendiendo la obra de Anna Zarnecki. (pg.23-28)
Ensayo parte del libro: “Encuentro con la expresión singular de Anna Zarnecki”. Mtra. Daiset Ruiz, 2010.